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viernes, 19 de junio de 2009

Historia (parte 2)

Posteriormente se difundió su culto en los estados de México, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Campeche, Morelos y el Distrito Federal (en el barrio de Tepito es de uso común entre los delincuentes o los comerciantes). También en Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas.
La Santísima Muerte se ha vuelto un rito de entrecruzamientos culturales, donde confluyen usos heterodoxos del santoral católico y otras creencias alternas, como la santería. La Santa Muerte se vincula con la Virgen del Carmen: con Hoya, la Señora de los Panteones. Y colinda con el vudú y el satanismo. Y se le adora en consultorios, templos privados o altares con veladoras, flores o botellas de tequila.
Pero las personas que viven en situaciones de alto riesgo son quienes suelen portar un dije o un escapulario ostensible con esta imagen. O un tatuaje en la piel. La llevan los militares, los policías, los narcotraficantes, los delincuentes y las prostitutas, aunque como todas las reglas, existen excepciones.
La Santa Muerte es un símbolo que identificaría a personas que viven entre lo legal y lo ilegal, pero, también se le puede hallar en estratos altos de la sociedad.
La imagen de la muerte es algo que en nuestro país no es desconocido como pueden ver.
Desde las tradiciones prehispánicas, la imagen de las calaveras y esqueletos es tan familiar que no causa ningún miedo verla constantemente, tal vez estoy haya influido para que su imagen sea llevada por mucha gente incluso como adorno o dije al cuello.

Los antiguos mexicanos consideraban que tener en casa un cráneo perteneciente a un hombre sabio o valeroso, les daba algo de las características de esa persona.
Sobre la llegada de la Santa Muerte a México sabemos muy poco, dice una historia que en el siglo pasado la Santísima Muerte se le apareció a un brujo-chamán de Córdoba, Veracruz y le pidió que propagara su culto para ayudar a la humanidad en especial al pueblo de México que nunca lo olvidó.
Leyenda o verdad lo cierto es que la Santísima Muere prendió como un cerillo en pasto seco y ahora se le venera en casi toda la República Mexicana.
Aquí la Santa muerte encontró el cobijo ideal quizá porque la muerte es un elemento natural en la cultura mexicana. Las famosas calaveras de azúcar, los panes de muerto y algunos otros objetos que forman parte de la tradición, siempre han llamado la atención a los extranjeros que reconocen un gran sentido místico en la tendencia del pueblo mexicano a venerar a sus muertos.
Quienes son devotos de la Señora como también se le conoce a la Santísima Muerte, por lo general no tienen necesidad de acudir a otro santo para solicitar su protección no los abandona en ningún momento.
Y aunque las creencias tengan una raíz distinta, hoy la Santa Muerte tiene ya su casa en nuestro país.
Una prueba de ello es que se le puede encontrar en casi cualquier mercado.
Es usada por brujos, chamanes, curanderos, espiritualistas o por la gente común que desea acogerse a su protección para pedirle por un amor difícil, un problema de dinero, una cuestión de salud, para deshacer un mal o simplemente para protegerse de la energía negativa que constantemente nos rodea.
Incluso hay muchos que aseguran haberla visto y la describen como una
Mujer que viste una túnica blanca y lleva el rostro escondido, quizá para no causar miedo.
En sus manos lleva una balanza, símbolo de la justicia, o un globo del mundo que recuerda su misión sobre los hombres.
Otras veces carga una guadaña que significa la igualdad de la muerte entre los hombres, pobres y ricos.
Su imagen es ya muy conocida en México, Muchos han optado por llamarla:
“DIVINA ", " MAGNIFICA ", o " SEÑORA”.
Es sabido que esta imagen se ha aparecido para prestar ayuda al que lo necesita, y a quien le tenga fe.

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